La dimisión del ministro mexicano de Hacienda «desnuda» la agenda ideológica de López Obrador

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El secretario (ministro) de Hacienda de México, Carlos Urzúa, dimitió el martes mediante una dura carta en la que dijo tener discrepancias con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En la misiva, Urzúa explicó que renuncia porque en la administración de AMLO se toman decisiones de política pública sin suficiente conocimiento y, además, denunció un supuesto «conflicto de interés» alrededor de «personajes influyentes del actual gobierno» que han colocado algunos funcionarios en Hacienda sin la formación adecuada.

«En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco», remarcó Urzúa en una carta escueta pero repleta de dardos contra AMLO.

«Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés», continúa el texto que ha abierto la mayor crisis de gobierno que enfrenta López Obrador desde que tomó el poder el 1 de diciembre de 2018, ya que se trata de la salida de uno de los ministros más importantes que, además, acusa al gobierno de no saber gestionar los recursos del país.

La abrupta salida de Urzúa ha sido acompañada de una devaluación del 1.5% del peso entre el martes y el miércoles. De perfil un tecnocrático, Urzúa era visto como un hombre prudente y moderado dentro del ideologizado gobierno de López Obrador, quien asegura que durante su gobierno (2018-2024) tendrá lugar la «cuarta transformación» de México, un punto de inflexión en la Historia de México tan relevante como la Independencia, la Reforma y la Revolución.

AMLO explicó que Urzúa dimitió por desavenencias sobre el Plan Nacional de Desarrollo. El plan propuesto por el exministro era de un corte pragmático similar al de gobiernos anteriores de México, lo que no satisfizo la voluntad transformadora del presidente. «Sentí que era continuismo», dijo AMLO sobre el plan que hizo Urzúa, «no reflejaba el cambio, era como si lo hubiese hecho Carstens o Meade», en referencia a dos funcionarios de gobiernos anteriores.

El presidente, ansioso por diferenciar su Sexenio de sus predecesores, divide el mundo en dos partes: «el pueblo bueno», que dice representar, y la «mafia del Poder», donde se encuentra todo aquél que no case con su ideología, principalmente empresarios y rivales a los que intenta descalificar llamándoles «conservadores» y «neoliberales». Esta maniquea visión provoca que todo aquél que no siga a pie juntillas la agenda ideológica de AMLO, como podría ser el caso de Urzúa, deje de tener peso en su gabinete e inmediatamente pase a convertirse en un enemigo del «pueblo bueno».

Otras dimisiones
Urzúa es el segundo ministro que abandona el gobierno por desavenencias con AMLO. Primero fue Josefa González, renunció como secretaria (ministra) de Medioambiente y Recursos Naturales. En total han renunciado un total de 14 funcionarios de alto nivel en los primeros siete meses de gobierno de López Obrador, entre los que destaca la dimisión de Tonatiuh Guillén, el comisionado del Instituto Nacional de Migración, quien dejó el cargo debido a que no estaba de acuerdo con la dura política migratoria contra los centroamericanos que López Obrador ha implementado para evitar que Estados Unidos imponga aranceles sobre los productos mexicanos. Asimismo, otra baja importante ha sido la de Germán Martínez, director del sistema de seguridad social de México, quien también escribió una carta explicando que renunciaba por la «enorme corrupción» dentro de la institución que manejaba.