Científicos españoles prueban que el cerebro de mujeres y hombres no responde igual ante las películas violentas

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Estamos acostumbrados a ver imágenes violentas: ya sea ficción o realidad, nuestros cerebros reciben esa información y la procesan de complejas formas. Pero, ¿es posible que tu mente perciba de forma diferente la primera pelea entre Edward Norton y Brad Pitt en el ‘Club de la lucha’ que la persona que tienes al lado y contempla la misma escena? ¿Puede, incluso, que las diferencias se generalicen entre sexos? Investigadores españoles de las universidades Complutense, Carlos III y Oviedo han querido responder a esta última pregunta y sus conclusiones son sorprendentes: tanto hombres como mujeres se fijan en el aspecto emocional, pero ellas además se enfocan en visoespaciales como los colores, las formas y los detalles. El estudio y sus resultados acaban de publicarse en la revista ‘ Journal of Creative Communications ‘. El experimento fue el siguiente: se recabó un grupo de 30 estudiantes universitarios (16 mujeres y 14 hombres), con edades comprendidas entre los 18 y los 20 años. El material audiovisual utilizado para el test fue una escena violenta de la película ‘Perderlo todo’, un film independiente estrenado en 2021 que retrata la cruda vida de Loren y su hija Azahara, quienes viven rodeados de drogas y armas. Ninguno de ellos había visto previamente las imágenes. Mientras llevaban a cabo el visionado, el equipo monitorizaba sus cerebros con una técnica llamada electroencefalografía (EEG), uno de los métodos junto con la resonancia magnética (fMRI), para medir y registrar la actividad cerebral durante la visualización de ciertos estímulos emocionales. Al procesar los datos y compararlos por género se encontraron diferencias y similitudes: «ambos grupos compartían señales de activación de zonas relacionadas con el procesamiento de las emociones en el cerebro -explica Pablo Revuelta Sanz, de la Universidad de Oviedo y uno de los autores del estudio-; pero las mujeres, además, presentaban activación de áreas relacionadas con los procesos atencionales así como con el procesamiento de colores, formas, espacio y detalles», indica. La conclusión de los investigadores fue que las participantes mujeres se enfocaron en los aspectos emocionales y visoespaciales (colores, formas, detalles) de la secuencia violenta vista, mientras que los participantes hombres, por otro lado, se dejaron llevar únicamente por el contenido emocional de la secuencia. No obstante, aclaran los investigadores, «el estudio no permite establecer la causa de dicha diferencia, en la que pueden combinarse factores de distinta índole como genéticos o de socialización de género». Es decir, que percibir de forma diferente este tipo de secuencias violentas puede depender también de otras causas, tanto naturales como culturales. Más allá de las imágenes No es la primera vez que la ciencia centra su curiosidad en analizar el impacto de las obras audiovisuales para comprender cómo impactan en las mentes de los espectadores. Por ejemplo, en 2012, un episodio de la serie de televisión ‘ The Walking Dead ‘ se utilizó para llevar a cabo un experimento a través de EEG con una muestra de espectadores, cuyos datos acerca de su actividad cerebral determinaron el éxito de audiencia de los futuros capítulos. «La comunicación audiovisual es un lenguaje que puede acelerar los procesos emocionales a través de sentimientos estéticos. La cinematografía, el reparto, la producción, los trajes, la dirección de actores, el guion, el maquillaje, la dirección de arte y los efectos especiales establecen el estilo estético de una película. Cada elección artística tiene un impacto en las emociones que el autor quiere transmitir al espectador: miedo, curiosidad, terror, tristeza, suspenso, risa o amor, entre otros», indican los autores. «Llevar a cabo experimentos de EEG puede ayudar a los cineastas a comprender mejor cómo se comportan los cerebros de hombres y mujeres al ver una película. Estos datos pueden contribuir a mejorar las decisiones creativas de los cineastas antes o durante el proceso de producción de la película».