Merkel alerta de que el Reino Unido acabe siendo una especie de Singapur para la UE

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La canciller Merkel sigue siendo una devota del multilateralismo y abogando por reforzar las relaciones con cuantos más países mejor. Y desde esta visión contempla ya a Reino Unido como un «competidor a nuestras puertas». Durante su discurso ante el Bundestag con motivo del debate general de los presupuestos para 2020, Merkel enmarcó ayer las cuentas alemanas «en tiempos de cambios globales y desplazamiento de fuerzas», trazando el nuevo mapa en el que EE.UU. sigue siendo una «superpotencia» a la que Europa se siente unida por un sistema común de valores y China, con su «vertiginoso ascenso económico», «increíble dinamismo y decisión», responde a una «creciente responsabilidad en el orden multilateral».

Al referirse al Brexit, insistió en que «todavía tenemos todas las posibilidades de conseguir una salida ordenada y el gobierno alemán hará todo lo posible para ello hasta el último día». «Pero también digo que estamos preparados para un Brexit desordenado», añadió, «y el hecho es que después de la retirada de Gran Bretaña, tenemos un competidor económico en nuestra puerta, a pesar de nuestra cooperación económica, en asuntos exteriores y de seguridad, con una relación amistosa». «No nos gusta el Brexit», siguió, «pero no tenemos miedo. Lo hemos preparado desde hace mucho tiempo, incluido el caso de un Brexit desordenado».

La canciller alemana presentó unos presupuestos generales preparados para le eventualidad de un Brexit sin acuerdo y habló con gran esperanza del equipo y de la agenda que ha presentado en Bruselas la nueva presidenta de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen, mencionando que, una vez que Gran Bretaña abandone el bloque, el resto de los miembros de la UE deben unirse y fortalecer el proyecto. «Por un lado, como europeos somos más débiles con la salida de Gran Bretaña, hay que reconocerlo, pero por otro lado, este es el momento para desarrollar nuevas fortalezas», dijo Merkel a los legisladores alemanes y llamando a mantener la unidad europeas. «Ningún país en el mundo puede resolver sus problemas solo y trabajando uno contra el otro no vamos a ganar», dijo, «yo creo en las situaciones win-win (en las que todos ganan)».

La prensa británica ha interpretado este discurso como una advertencia de peligro, el «peligro Singapur». Merkel acaba de regresar de su visita oficial a China número doce y en Asia despierta también susceptibilidades esa comparación, en realidad un concepto acuñado por la City londinense.

En un reciente encuentro con la prensa extranjera, Catherine McGuinness, la jefa de Política de la City of London Corporation, el ayuntamiento del distrito de las finanzas, situado al este de Londres, dijo que «una regulación buena y sólida forma parte del ADN de este lugar» y aseguró que no era conveniente que la City terminase convertida en un «Singapur del Támesis». «Iremos revisando las normas para adaptarnos a los tiempos y los nuevos desafíos, pero no para convertirnos en un centro financiero desregulado», afirmó, e indicó que la City siempre «se regirá por los estándares regulatorios internacionales».

McGuinness está convencida de que Londres, con su idioma global, favorable franja horaria y su sólido sistema legal, perdurará como centro financiero de referencia. Reconoció, no obstante, que el sector financiero, otrora un poderoso agente de presión en la esfera política y social del Reino Unido, ha perdido influencia, debido a que el Gobierno está
«enfrascado» en resolver sus propias crisis.