Nace el nuevo Gobierno de Conte en Italia con impronta europeísta y buena acogida en los mercados

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Italia inicia una nueva etapa política, con el nacimiento de un gobierno de coalición de izquierdas, con ministros del Movimiento 5 Estrellas, del Partido Democrático (PD) y uno de Libres e Iguales (LEU), partido izquierdista incorporado a la alianza de gobierno para reforzar la mayoría parlamentaria. La lista del nuevo ejecutivo fue presentada por el primer ministro en funciones Giuseppe Conte (55) al presidente de la República, Sergio Mattarella (78), esta tarde y leída por el jefe del gobierno a las 15:45. Hasta momentos antes se estuvo negociando el programa y la lista de ministros, que mañana jurarán sus cargos. Después de una crisis que duró 26 días, el gobierno nace con la idea de durar hasta el final de la legislatura, el año 2023. Pero esto dependerá de las cualidades del ejecutivo y de su acción de gobierno. De momento, el equipo no levanta entusiasmos y su programa es demasiado genérico. El exprimer ministro y exsecretario del PD, gran inspirador del acuerdo, ha reconocido que «no es el dream team», porque no hay nombres de especial relevancia. Los ministros del PD responden a las diversas corrientes del partido, mientras en M5E repiten algunos ministros del gobierno anterior confirmándose que el Movimiento no tiene una clase dirigente. Los mercados han acogido muy favorablemente el nacimiento del nuevo gobierno, porque consideran que con Salvini en la oposición se evita el aislamiento de Italia y el enfrentamiento permanente con Bruselas. La prima de riesgo -el diferencial entre los títulos de Estado italianos y alemanes- ha descendido por debajo de los 150 puntos (hace poco llegó a los 300), y la Bolsa de Milán subió el 1,60%.

Giuseppe Conte, que sale especialmente reforzado con la crisis, hará una labor de auténtico primer ministro y no de “notario” o “mediador” de dos fuerzas políticas, como se limitó a realizar en el anterior ejecutivo. Ha logrado dar una impronta europeísta al gobierno y, además, hoy es visto como el líder del M5E, aunque no está inscrito. Solo su nombre vale 7 puntos en las encuestas: Los sondeos dan al Movimiento un 17 % en intención de voto, y un 24 % si se le añade el nombre de Conte. De todas formas, está por ver si en verdad es la nueva estrella de la política italiana.

Economía e Interior, cruciales
Dos son los ministerios cruciales de este gobierno, sobre los que el presidente Mattarella exigió que estuvieran a la altura del delicado momento que vive el país. En primer lugar, el de Economía. El responsable será Roberto Gualtieri (Roma, 1966), del PD, profesor de Historia contemporánea en la universidad la Sapienza de Roma, y actualmente presidente de la Comisión economía y finanza del Europarlamento. Conoce profundamente los entresijos de las negociaciones financieras de Bruselas, lo que le será de gran utilidad porque el gobierno nace con un programa económico expansivo y necesitará que Bruselas le permita un aumento del déficit en los presupuestos para el 2020, tarea nada fácil. Tiene también la “bendición” de la futura presidenta del Banco Cenral europeo (BCE), Christine Lagarde. Formará tándem con el exprimer ministro Paolo Gentiloni, que será propuesto por el gobierno como nuevo comisario europeo.

El segundo ministerio clave para Mattarella es el de Interior. El presidente de la República ve satisfecho su deseo de que haya una ruptura con la etapa anterior de Matteo Salvini, que apenas apareció por su despacho del ministerio y estuvo en campaña electoral permanente. Mattarella prefirió una figura institucional con un ministro que dieran garantías a los ciudadanos y a todas las fuerzas políticas por igual. La nueva ministra será Luciana Lamorgese, 65 años, con experiencia de 39 años en la administración del ministerio del Interior. Ha sido delegada del gobierno en Milán y jefa del gabinete del ministro. De ella se elogia su capacidad para gestionar las situaciones más críticas, y a la que le gusta conjugar «legalidad y solidaridad».

El ministerio de Asuntos Exteriores recae en el jefe político del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, 33 años, uno que deberá ser acompañado por los corredores de su ministerio con un profesor de inglés-francés y de un intérprete en todos sus encuentros internacionales. Tenía una vicepresidencia y dos ministerios, con desastrosa gestión, pero se le “aparca” para compensarlo en Exteriores porque el M5E, gracias a Giuseppe Conte, se alió con Merkel y Macron y fue decisivo en la elección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión europea.

Retos del nuevo Gobierno
Dos son los retos fundamentales a los que se enfrenta el nuevo gobierno. En primer lugar, la inmigración. Habrá discontinuidad con el líder de la liga y su política de puertos cerrados, pero se hará con prudencia porque se deberá tener en cuenta que el italiano medio no quiere vivir en una sociedad multiétnica. En consecuencia, el nuevo gobierno ha prometido revisar la ley de seguridad de Salvini y elaborar una ley de inmigración. El segundo gran desafío del gobierno será poner en marcha el país, es decir, sacarlo del estancamiento económico de dos décadas. Italia está a la cola de Europa en crecimiento, lo que ha sido un campo abonado para el populismo, porque una mayoría de ciudadanos ha perdido la esperanza de ver un futuro mejor para sus hijos.

El gran riesgo de este gobierno es que si no realiza una buena gestión y dura poco, Matteo Salvini podría tomarse la revancha. Ha cometido un gravísimo error de cálculo al causar la crisis, creyendo que nunca formarían una alianza el PD y el M5E porque se odiaban, y ha caído al menos 6-7 puntos su popularidad, pero aún está en torno al 30 %, siendo el primer partido del país en intención de voto. El nuevo gobierno eliminará la contrarreforma de las pensiones de Salvini, por su alto coste al rebajar la edad de la pensión, y no pondrá en práctica el sueño fiscal de Salvini: Un impuesto único del 15 % en el IRPF, lo que hubiera beneficiado sobre todo a las clases más acomodadas.

Ganadores y perdedores

Precisamente, Salvini es el gran perdedor en la crisis que abrió el 8 de agosto. Otro perdedor ha sido su exaliado Luigi Di Maio, que se ha sentido como un amante traicionado por la locura de Salvini que se autolesionó al desencadenar la crisis. Di Maio ha dado tumbos durante la crisis, ha perdido el gran poder que tenía en el gobierno y ahora se discute fuertemente su liderazgo en el M5E.

Los ganadores de la crisis han sido el abogado Giuseppe Conte, que ha salido muy reforzado. Especial mérito ha tenido el exprimer ministro y exsecretario del PD, Matteo Renzi, pues inspiró la alianza M5E-PD. Fue el primero en considerar que tras el grave error de Salvini, a Italia se le abría una gran oportunidad para desembarazarse del soberanismo de Salvini, sin importarle para ello aliarse con los grillinos, enémigos acérrimos con los que hasta ahora solo había intercambiado insultos. Mérito ha tenido también el secretario del PD, Nicola Zingaretti, en principio opuesto a una alianza con el M5E, pero al final con la presión de Renzi sacó adelante la negociación para formar la coalición. Finalmente, cabe destacar como decisiva la intervención del fundador del Movimiento 5 Estrellas. El cómico Grillo, que prácticamente se había retirado de la primera línea del Movimiento para figurar solo como garante, descendió nuevamente a la arena política durante esta crisis para frenar la caída en picado en que se encontraba el M5E, con riesgo de ser “canibalizado” por la Liga de Matteo Salvini. Grillo ha hecho de puente entre el PD y el M5E, trabajando para lograr un acuerdo que hace pocas semanas nadie hubiera imaginado. El cómico fundador del M5E cree que se deben superar viejos rencores y asegura que a Italia se le presenta una oportunidad única. El Partido Democrático ha apreciado el nuevo clima creado por Grillo y en reconocimiento el secretario del PD, Nicola Zingaretti, le respondió con un “tweet de paz”: “Cambiamos todo y respetémonos los unos con los otros”.