La UE pide a los europeos que se preparen para un Brexit brusco

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La Comisión Europea mantiene la calma ante la volátil situación política en Londres pero va a pedir a los ciudadanos, las administraciones y las empresas europeas que se preparen para un Brexit desordenado que puede no ser la «opción preferida» pero sigue siendo «la más probable».

Sus portavoces han hecho todo lo que estaba en su mano para no tener que desmentir el optimismo desaforado del primer ministro británico Boris Johnson sobre el resultado de los últimos contactos entre los negociadores de los dos lados del Canal y que forma parte de su estrategia política, porque Bruselas no quiere aparecer como el culpable de ninguna ruptura. Ayer fueron requeridos con insistencia por los periodistas británicos para que confirmasen o desmintiesen que se habían producido los «progresos» de los que habla el primer ministro conservador, pero lo único que sacaron en claro es que hubo algunas reuniones «técnicas» la semana pasada, que desde el viernes no ha vuelto a haber ninguna más y que, de todos modos, el avance sería que ha habido reuniones, que en estos casos siempre es mejor que lo contrario. «Ahora -dijo la portavoz Nina Andreeva- estamos reuniéndonos dos veces a la semana con David Frost a nivel técnico. Antes del G7 los contactos no eran tan intensos. Eso es el progreso en el proceso, estamos hablando para progresar en la sustancia».

De todos modos, hoy está previsto que se reúna el colegio de comisarios para que el presidente Jean-Claude Juncker, «que tiene una buena relación con Boris Johnson» según la portavoz oficial, informe a los comisarios del contenido de sus conversaciones telefónicas con Londres. En la reunión, la primera después de las vacaciones de verano, participa también el negociador europeo, Michel Barnier, que dará cuenta del desarrollo de esos «contactos técnicos».

Por lo que se sabe de anteriores declaraciones formales de la Comisión, la parte europea sigue esperando que Johnson haga propuestas sobre la salvaguarda de la frontera irlandesa «que sean compatibles con el acuerdo de retirada» pero no ha recibido ninguna.

El anuncio oficial de esta reunión se hizo antes de que se produjesen los acontecimientos políticos de ayer en Londres, seguidos con gran interés desde Bruselas y no sin cierto grado de perplejidad. La versión oficial sigue siendo que el principal escenario de trabajo para la Comisión es que la desconexión se producirá el 31 de octubre y que «aunque no es nuestra opción preferida, seguimos preparándonos para un Brexit sin acuerdo». Por ello la Comisión emitirá después de su reunión de hoy un documento en el que pedirá a empresas y administraciones que se preparen para la posibilidad de ese divorcio traumático.

Las invocaciones de Johnson sobre los supuestos avances quedarían, por tanto, desmentidas por la propia posición de la Comisión, a la que por ahora sigue dando la imagen de que no le tiembla el pulso ante la perspectiva de una ruptura sin acuerdo.Y si estas declaraciones de Johnson tenían como objetivo reforzar su posición en la política británica, parece que no han funcionado.

En el ejecutivo comunitario vuelven a hacer cábalas con el calendario, teniendo en cuenta la evolución política en Londres. Si finalmente hubiera elecciones anticipadas a mediados de octubre, la reunión del Consejo Europeo del 17 sería, en efecto, la ocasión en la que se decidirá todo y probablemente en el último momento, según el resultado electoral. Eso incluye desde la posibilidad de la ruptura más brusca a la anulación de todo el proceso de salida, que sigue siendo jurídicamente posible hasta la medianoche del 31.