«Puedo informar que se han retomado los contactos con el Gobierno de Noruega. Ha habido varias reuniones y se han retomado los contactos con los delegados de la oposición venezolana», dijo en una entrevista exclusiva desde el Palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
La molestia de Maduro ha durado poco. A principios de agosto, Donald Trump autorizó congelar todas las propiedades de Venezuela en Estados Unidos, bloqueando los bienes y prohibiendo su transferencia, en un intento de la Casa Blanca por «aislar al régimen ilegítimo de Maduro del sistema financiero global». La respuesta del líder chavista fue ordenar a su delegación interrumpir la negociación.
Aún así, Noruega, que ha sido el país promotor de la iniciativa, no se rinde en sus esfuerzos por mantener a las dos fuerzas políticas de Venezuela sentadas de extremo a extremo y conseguir una salida pacífica a la aguda crisis que ha llevado a todo el país al abismo.
«Tomo nota de que las reuniones programadas para esta semana en Barbados no tendrán lugar. Noruega está facilitando el proceso de negociación a solicitud de los principales actores políticos en Venezuela y programa todas las reuniones en función de la disponibilidad de las partes», dijo el diplomático noruego, Dag Nylander, y facilitador jefe en los diálogos.
El Gobierno de Juan Guaidó, por su parte, ha mostrado más interés y confianza en el proceso de negociación que inició en mayo en Oslo y que continuó en Barbados. Pese a la suspensión de Maduro, la delegación de la oposición insistió en que seguirán trabajando hasta lograr frenar la crisis política, económica y social del país sudamericano, así como también el rescate de la democracia.