«Huawei no tiene relaciones comerciales con la República Popular Democrática de Corea. Huawei está totalmente comprometida a cumplir con todas las leyes y regulaciones aplicables en los países y regiones en las que operamos, incluidas las leyes y sanciones a la exportación de Naciones Unidas, Unión Europea y Estados Unidos», se señala en el comunicado.
El medio estadounidense, por su parte, sustenta su artículo en «documentos internos y personas familiarizadas con el acuerdo» de Huawei y Corea del Norte. Según el diario, Huawei se asoció con la firma estatal china Panda International Information Technology «en una variedad de proyectos a lo largo de, por lo menos, ocho años». Esa relación, según el Post, «dificulta discernir la participación de Huawei» en diferentes proyectos.
La documentación y los testimonios, a los cuales el diario indica que ha tenido acceso, «plantean cuestiones acerca de si Huawei, que ha usado tecnología estadounidense en sus componentes, violó los controles estadounidenses de exportación al proveer equipos a Corea del Norte». En el artículo se sostiene, a su vez, que «antes de 2008, Corea del Norte tenía dificultades para encontrar compañías multinacionales dispuestas a construir una red 3G» teniendo en cuenta el contexto arriesgado para hacer negocios en ese país.
Esto terminó con la creación de Koryolink, un proveedor de servicio inalámbrico, que surgió de una visita secreta en 2006 por parte de Kim Jong Il -el padre del actual presidente norcoreano Kim Jong Un- a la sede central de Huwaei en Shenzhen, China. A su vez, los documentos y entrevistas que cita el Port indican que Huawei ha estado involucrada en la «integración de red», y servicios de «programas» como asimismo en, por lo menos, un proyecto de «expansión» de Koryolink.
Cabe recordar que el Departamento de Comercio de Estados Unidos indicó en mayo que la empresa china «está involucrada en actividades contrarias a la seguridad nacional o la política exterior de Estados Unidos», y recomendó una veda sobre sus productos de telecomunicaciones. Sin embargo, poco después, la Administración del presidente Donald Trump emitió un decreto que permite la venta de algunos de esos productos hasta el 19 de agosto.
Al mismo tiempo, Estados Unidos y China se encuentran inmersos en una disputa comercial en la cual Washington protesta contra la política china que exige la transferencia de tecnología de parte de las empresas extranjeras que tienen operaciones en ese país. Por otra parte, el país norteamericano ha incrementado sus sanciones contra Corea del Norte en su disputa por el programa nuclear norcoreano.