Descartan un tipo de materia oscura porque no está muriendo gente de «balazos inexplicables»

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Puede que no sepamos qué es la materia oscura, pero hay algo que sí sabemos con toda certeza: esa extraña forma de materia no ha matado aún a nadie, atravesándolo como lo haría una bala. Lo cual, según los físicos Jagjit Singh Sidhu y Glenn Starkman, de la Case Western Reserve University, y Robert Scherrer, de la Vanderbilt University descarta, por lo menos, la existencia de uno de los tipos de materia oscura previstos por las teorías.

“Nuestros resultados -escriben en un artículo recién publicado en Arxiv.org- abren una nueva ventana para la búsqueda de materia oscura: el uso del cuerpo humano como detector”.

La idea de partida es muy sencilla: si realmente existiera un cierto tipo de partícula de materia oscura, mataría ocasionalmente a personas, atravesándolas como si fuera una bala. Pero como hasta ahora nadie ha muerto a causa de heridas inexplicables de bala, este tipo de materia oscura, sencillamente, no existe.

Sabemos que la materia oscura es seis veces más abundante en el Universo que la materia ordinaria, esa de la que estamos hechos tanto los humanos como los planetas, las estrellas y las galaxias. Seis veces más abundante, sí, pero invisible para todos nuestros instrumentos, ya que no emite ningún tipo de radiación que pueda ser detectada por ellos.

A pesar de eso, y aunque por ahora todos los esfuerzos por detectarla han sido en vano, existen varias ideas para tratar de explicar qué es y en qué consiste ese “otro” tipo de materia.

Una de esas ideas postula que la materia oscura estaría hecha de “partículas masivas de interacción débil”, llamadas WIMPs por sus siglas en inglés. Estas partículas serían muy abundantes, pero extraordinariamente “tímidas” a la hora de interactuar con la materia ordinaria, de modo que solo los detectores más sensibles tendrían una pequeña oportunidad de atraparlas. Hasta ahora, sin embargo, no ha sido así. Los WIMPs, si es que existen, han logrado evitar su detección en los grandes tanques de xenón líquido y argón que sirven de detectores en grandes laboratorios subterráneos, lejos de las interferencias de fuentes externas, como los rayos cósmicos.

Los macros
Pero los WIMPs no son el único candidato a ser el componente de la materia oscura. Otro de ellos, menos convencional, sería la “materia oscura macroscópica” o “macros”, y consistiría en partículas mucho más pesadas. A pesar de que las macros serían mucho más raras que las WIMP, cualquier colisión con la materia ordinaria sería violenta, y dejaría un rastro fácilmente observable. El nuevo estudio explora, precisamente, cómo podrían ser esas huellas si las macros golpearan a las personas.

«¿Por qué no puedes usar a los humanos como un detector? -se pregunta Robert Scherrer, coautor del estudio-. Con las energías de las que estamos hablando, estas cosas, en el mejor de los casos, mutilarían a una persona, y en el peor la matarían».

Según puede leerse en el artículo, «la analogía más cercana a una macro en colisión con un ser humano sería una herida de bala. Hay que tener en cuenta que estamos trabajando con un rango de tamaños y velocidades de proyectiles muy diferente al de las balas típicas. Las macros normalmente tienen velocidades hipersónicas pero secciones geométricas muy pequeñas, tan pequeñas como 1 micra”. Partículas diminutas, sí, pero con una masa de unos 50 kg cada una.

«Por lo tanto -prosiguen los investigadores- es probable que su efecto destructivo sea cualitativamente diferente al de una bala; un impacto macro típicamente calentaría el cilindro de tejido tallado a lo largo de su trayectoria hasta una temperatura de 10 millones de grados Kelvin, lo que resultaría en un cilindro de plasma en expansión dentro del cuerpo”.

Muertes en la última década
Para su investigación, los científicos se centraron en los millones de personas que viven en Canadá, Estados Unidos y Europa occidental, porque estos países tienen datos más fiables sobre cuántas personas mueren y debido a qué causas. Y buscaron muertes “inexplicables” por herida de bala sucedidas durante la última década. Muertes que, según el artículo, no pasarían inadvertidas, ya que dejarían a las víctimas, muertas o moribundas, con heridas tubulares a lo largo de las que la carne se habría vaporizado. Ese sería el tremendo efecto de los impactos de partículas de materia oscura contra cualquiera de nosotros.

Pero los investigadores no encontraron ni un solo caso de muerte que encajara con estos parámetros.

A pesar de ello, dice Scherrer, el experimento no descarta por completo la existencia de la macro materia oscura pesada. Simplemente elimina un cierto rango de ese tipo de partículas, en concreto las que serían capaces de matar a una persona.

Lo cual, todo sea dicho, resulta de lo más tranquilizador…