El director de la NASA, Jim Bridenstine, testificó esta semana en el Senado sobre las nuevas misiones de la agencia espacial y dio detalles del nuevo programa lunar, bautizado Artemis: un hombre y una mujer aterrizarán en el polo sur de la luna en 2024 y establecerán una colonia que estará habitada hasta 2028. Hay previstos en principio tres proyectos Artemis con la nueva nave Orión, algo para lo que la NASA estudian aliarse con empresas aeronáuticas privadas.
El director de la NASA dijo: «Volver a la Luna ayudará a consolidar el dominio de EE.UU. en el espacio; facilitará a innovadoras investigaciones científicas y tecnológicas; ampliará el impacto económico global de EE.UU., y permitirá probar tecnologías y estrategias comerciales para futuras misiones humanas a Marte». Posteriormente, Bridenstine añadió: «Le pedimos al Congreso recursos adicionales para llegar a la Luna en 2024, lo que nos permitirá llegar a Marte de manera más rápida y segura. El trabajo que realicemos en la Luna durante la próxima década y más allá asegurará que podamos enviar a los primeros seres humanos a Marte».
Trump ha dicho en varias ocasiones, la más destacada en su discurso a la nación del 4 de julio, que bajo su presidencia el ser humano volverá a la Luna y llegará a Marte: «Vamos a volver a la Luna muy pronto, y también pronto, un día, colocaremos la bandera de América en Marte». Tan preocupado está estos días el presidente por volver a la Luna en cinco años que la semana pasada despidió sin miramientos al jefe de exploración humana de la NASA, William Gerstenmaier, porque sus previsiones eran demasiado conservadoras. Este había presentado informes que advertían de que no es factible tener una misión con lanzadera propia antes de 2028.
Volver a la Luna es para la Casa Blanca un ejercicio de preparación para aterrizar en Marte. Ambas misiones son caras. En principio el presupuesto previsto para la agencia espacial el año que viene era de 21.000 millones de dólares (17.000 millones de euros) de los que aproximadamente la mitad están reservados para el programa de exploración espacial. Ayer mismo el gobierno pidió al Capitolio esos 1.600 millones de dólares (1.400 millones de euros) adicionales para adelantar cuatro años, de 2028 a 2024, la nueva misión a la Luna. Según una estimación del Senado, el nuevo programa Artemis costará, en un plazo de cinco años, unos 30.000 millones de dólares (26.000 millones de euros).