Ley Salvini, superada
Cabe destacar que la decisión supone no tener en cuenta la vigente ley de seguridad que promovió Matteo Salvini. Esta normativa impide a los barcos de las ONG entrar en aguas territoriales italianas, con la posibilidad de imponer multas hasta de un millón de euros. Pero esta ley de seguridad será modificada. El gobierno de Giuseppe Conte inicia así una nueva política de inmigración, concertada con la Unión Europea, permitiendo el desembarco de inmigrantes, con la condición previa de que haya un reparto entre diversos países europeos. Todavía no se ha definido el mecanismo y los requisitos para el reparto de los inmigrantes en casos futuros. El acuerdo se fijará en la reunión que mantendrán los ministros del Interior de Italia, Francia, Alemania y Malta, el próximo día 23 en La Valeta. Dos semanas después, en una reunión de los ministros de Justicia e Interior en Luxemburgo se perfilará un acuerdo definitivo, al que se espera se adhieran otros países de la UE.
Cambio radical
El cambio de política de Italia sobre inmigración es el fruto inmediato del viaje realizado por el primer ministro Conte a Bruselas el pasado miércoles. Tras su entrevista con la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, Conte declaró que la nueva estrategia del gobierno italiano es aceptar los desembarcos de las naves de las ONG y de medios militares que intervienen en el Mediterráneo, con la garantía de que la mayor parte de los inmigrantes serán acogidos en diversos países de la Unión. Según Giuseppe Conte, será difícil que en el futuro haya países europeos que den la espalda al compromiso de afrontar conjuntamente el problema de la inmigración: «Habrá naciones reacias a compartir la llegada de inmigrantes, pero quien no participe tendrá que pagarlo económicamente de forma consistente». Conte explicó también que «a partir de ahora la gestión de la repatriación de inmigrantes se gestionará a nivel europeo, y no mediante acuerdos bilaterales». Se contempla también la posibilidad de reactivar la operación Sophia, con medios militares de diversos países para intervenir en el Mediterráneo.
El gran objetivo del gobierno italiano es cambiar el viejo Tratado de Dublín, que establece que el inmigrante debe pedir asilo en el primer país europeo en el que pisa tierra. Desde que entró en vigor este reglamento hace casi 30 años, mucho ha cambiado en relación con los flujos migratorios. De ahí la necesidad de un cambio en el acuerdo de Dublín, para que toda Europa se vea implicada con la llegada de inmigrantes.