La «Misión de Expertos Electorales» de la Unión Europea publicó su informe en la tarde noche del viernes en La Paz después de haber realizado «un estudio de alcance limitado sobre los resultados oficiales en el que se detectó una serie de errores e irregularidades», como «actas electorales con un número inusualmente elevado de votos nulos, votos en blanco y una participación del 100% de los electores».
A título de ejemplo, la misión de observación comprobó que en al menos 105 colegios electorales (de unos 5.100 en total), el cien por ciento de los votos fueron para el expresidente Morales. También constató que la suspensión del sistema de conteo rápido de votos, denominado TREP, motivó «enormes suspicacias» y que el TSE nunca dio una «explicación coherente», sobre lo sucedido. «El proceso de resultados fue muy deficiente, lo que generó una gran desconfianza pública», detalló el informe. Esas elecciones fueron anuladas por el Congreso y varios miembros del TSE están detenidos, pendientes de juicio.
El informe dice textualmente que «las elecciones se caracterizaron por un temor extendido previo de que se cometiera fraude y finalmente por las numerosas denuncias de fraude tras la jornada electoral. La confianza en la imparcialidad del TSE fue muy baja, al ser percibido como una institución sujeta al control político. Sin embargo, el TSE hizo poco por restablecer la confianza: no adoptó medidas contra el flagrante uso ilícito de los recursos del Estado durante la campaña, bloqueó la publicación de una encuesta de opinión desfavorable para Morales, y se demoró en explicar los incrementos inusuales del padrón nacional y de países donde tradicionalmente el MAS tiene mayor apoyo. En el último año, se produjeron abundantes renuncias y despidos incluyendo a tres vocales y altos cargos del TSE, lo que incrementó la sensación de una progresiva politización y pérdida de capacidad técnica del TSE».
El informe europeo no solo llega tarde, sino que constata simplemente hechos ya comprobados anteriormente. Pero contribuye a aislar más a Morales, que después de 14 años en el poder sigue pensando en recuperar el mando. Ayer mismo convocó una reunión de dirigentes de su patido en territorio argentino, cerca de la frontera con Bolivia, lo que necesariamente acarreará problemas en las relaciones entre los dos países.
El pasado 13 de noviembre y por una mayoría muy solvente ( 425 votos a favor, 132 en contra) el Parlamento Europeo había aprobado una resolución denunciando las irregularidades al tiempo que le pedían a la presidenta interina, Jeanine Áñez, que, para garantizar la confianza en el proceso electoral, se debe establecer un cuerpo electoral de nueva planta y que además está obligada a convocar rápidamente nuevas elecciones presidenciales como «la única forma de salir de la crisis actual».
El informe del grupo de expertos electorales europeos es un documento de más de 60 páginas en el que se hace un análisis académico del proceso electoral. Normalmente, la presencia de este grupo es meramente disuasoria y en la mayor parte d elos casos, sus recomendaciones no son más que reiteraciones sobre detalles de poca importancia. En esta caso, lo de menos es el contenido del informe, publicado con un retraso habital, sino el hecho de que refuerza a las autoridades provisionales y ciera un poco más las opciones de Evo Morales y sus seguidores para recuperar sus posiciones sin pasar por un proceso electoral creíble.