¿Qué podrían hacer los indígenas mexicanos con los 14.000 millones de dólares de El Chapo?

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El Gobierno México está deseando echarle el guante a los 14.000 millones de dólares de patrimonio que deja Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, una fortuna que Estados Unidos pretende decomisar. Y es que el criminal, que cumple cadena perpetua en Estados Unidos, ya ha expresado que desea que su patrimonio sea transferido al gobierno mexicano para que lo distribuya entre las empobrecidas comunidades indígenas del país mesoamericano.

Dejando a un lado las posibles consideraciones morales sobre si es ético recibir un dinero generado mediante el narcotráfico, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ya ha dado su visto bueno al ofrecimiento de «El Chapo» Guzmán y ha adelantado que «tomaran todas las acciones legales que sean necesarias» para obtener dichos bienes, puesto que supondrían una importante inyección de capital para las maltrechas finanzas mexicanas.

En México hay unos 7,4 millones de indígenas y aproximadamente el 70% son pobres, lo que representa unos 5,2 millones de personas. De lograr convertir el patrimonio estimado en 14.000 millones de dólares de «El Chapo» en efectivo, cada indígena apenas tocaría apenas a unos 1.891 dólares, cantidad que traducida a la moneda loca sería unos 37.000 pesos mexicanos.

Esta suma, 37.000 pesos, es equivalente a un buen salario mensual que puede ganar un profesional de nivel medio-alto en Ciudad de México, por lo que representa una ayuda importante en las comunidades indígenas pero que en ningún caso sería suficiente para sacarles de la situación de pobreza que mayoritariamente atraviesan.

Quizá, la mejor manera de aprovechar los 14.000 millones de dólares sería invirtiéndolos en algún programa social. En ese aspecto, una posibilidad sería inyectarlos en el Plan de Desarrollo Integral para el sur de México y Centroamérica —apodado como el Plan Marshall’ para Centroamérica—, un programa promovido por el gobierno de López Obrador en el que se plantea invertir 10.000 millones de dólares por año durante la próxima década.

El Gobierno mexicano pretende que EE.UU. aporte la mayor cantidad de fondos a este programa, por lo que destinar la fortuna de «El Chapo» a desarrollar Centroamérica podría ser una solución amistosa entre ambos países norteamericanos para tratar de dar un impulso a la economía de una empobrecida región desde la que miles de personas emigran cada año hacia el norte.

Por tener una idea de lo que representan 14.000 millones de dólares, unos 12.680 millones de euros, es un 30% más que los 9.000 millones de euros que costó construir el AVE entre Madrid y Barcelona o también es una cantidad similar a los 13.000 millones de dólares (11.400 millones de euros) que iba a costar levantar un nuevo aeropuerto en Ciudad de México, un proyecto que estaba construido al 30% pero fue cancelado por López Obrador cuando llegó al poder.

Sea lo que hagan con la fortuna ilícitamente amasada por «El Chapo», los 14.000 millones serían un impulso para un país con grandes dificultades para fiscalizar a su población. En 2017, los ingresos tributarios de México apenas alcanzaron el 13,1% del PIB, el nivel más bajo de los 37 países de la OECD; y aproximadamente uno de cada dos mexicanos trabaja en la economía sumergida. Pero antes de fantasear con qué harán con ese dinero, la administración de López Obrador debe convencer primero a Estados Unidos de su tesis de que esos fondos pertenecen en realidad a México.