Ni «dinosaurio» ni monstruo: Nessie podría ser una anguila gigantesca

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Los primeros testimonios sobre la existencia del monstruo del Lago Ness (Nessie) se remontan al siglo VI y se atribuyen a Columba de Iona, introductor del cristianismo en Escocia. Desde entonces, se han producido cerca de 4.000 supuestos avistamientos: se ha dicho de él que podría ser una especie de malvado «caballo acuático», un superviviente del Jurásico o cosas mucho más cotidianas, como un madero a la deriva, un gran pez, algún ave acuática o, sencillamente, una ola.

Lo cierto es que ningún científico ha encontrado todavía pruebas de la existencia de Nessie, pero las profundas y negras aguas del lago, teñidas por la turba del suelo, y la montaña de libras que ha llevado el turismo, han mantenido vivo el misterio del monstruo. Así las cosas, un estudio que acaba de ser realizado por científicos de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) ha extraído el ADN de las criaturas vivientes del lago. Después de obtener datos muy interesantes sobre la fauna del lugar, han propuesto que Nessie bien podría ser una o varias anguilas gigantescas.

«El Lago Ness está repleto de anguilas», ha explicado en The Times Neil Gemmell, director de la investigación. «Hemos encontrado ADN de anguila en casi todas las localizaciones que hemos analizado. Y hay montones de ellas. No podemos descartar la posibilidad de que haya anguilas gigantes en el Lago Ness».

Lo que las fotografías, en ocasiones trucadas, han permitido vislumbrar, no ha pasado el examen de la secuenciación genética: una técnica que permiten radiografiar varios puntos del lago para entender qué seres vivos habitan en él.

«Lo siento, pero la hipótesis del plesiosaurio –un reptil Jurásico que habría sobrevivido en el fondo del lago– no se sostiene en base a los datos que hemos obtenido», ha dicho Gemmel. «Tampoco hay ADN de tiburones, ni de bagres –un orden de peces entre los que hay especies que alcanzan un gran porte–, ni hemos podido encontrar ninguna evidencia de esturiones –un primitivo género de peces que puede superar los tres metros de longitud–».

¿Anguilas de cuatro metros de largo?
Por tanto, las anguilas serían, según Gemmel, una explicación más plausible para la fantasmagórica presencia. Y no solo porque el lago esté atestado de ellas, sino también porque en 2007 un vídeo filmó una forma alargada, de cerca de cuatro metros, cuya forma recordaba a la de un torpedo. ¿Podría ser una anguila?

«Los buceadores han dicho que han visto anguilas tan gordas como sus piernas», ha narrado Gemmel. «No sé si están exagerando o no, pero existe la posibilidad de que haya algunas muy grandes». Quizás tanto como para alcanzar los cuatro metros: «una anguila así estaría fuera del rango normal, pero no parece imposible», ha señalado el investigador.

Garry Campbell, quien registra todos los avistamientos del supuesto monstruo, ha recordado en The Times lo que le dijo un pescador una vez: «El Lago Ness está repleto de anguilas y hace 20 años un pescador vino y me dijo: «Mira, tengo que decírtelo. Tenemos un barco de 16 pies (un poco menos de cinco metros) y cuando estábamos pescando en el Lago Ness una anguila pasó cerca y era más larga que el barco». ¿Será esta entonces la respuesta al longevo misterio del monstruo?