«Hemos constatado que muchas personas en esa región han estado vinculados a acciones del narcotráfico», dijo en rueda de prensa. El Estado de Sitio será efectivo en municipios de seis departamentos (provincias) del país centroamericano: Baja Verapaz, Alta Verapaz, El Progreso, Zacapa, Izabal y Petén. Petén es un selvático y enorme departamento fronterizo con los estados mexicanos de Chiapas, Campeche y Tabasco, lo que le convierte en una provincia estratégica para el tráfico de drogas.
El Estado de Sitio suspende temporalmente seis derechos constitucionales para los habitantes de los municipios seleccionados. Entre otros, que quedan suspendidos durante 30 días los derechos de acción, locomoción, de reunión y manifestación, tal y como prevé la Constitución de Guatemala y la Ley de Orden Público del país.
Con el objetivo de fortalecer la seguridad en los 22 municipios, el ministro de Gobernación guatemalteco, Enrique Degenhart, anunció que se reunirá con agencias de Estados Unidos para obtener apoyo de la primera potencia en la ejecución del plan. «He instruido a las fuerzas de seguridad para que efectúen las capturas correspondientes y decomisen las armas que de forma ilegal usan estos ‘seudo campesinos’ en esa región», dijo Morales, quien abandona el poder en enero de 2020, cuando será reemplazado por el conservador Alejandro Giammattei.
Con una tasa de 27,26 homicidios por cada 100.000 habitantes, Guatemala es uno de los veinte países más peligrosos del mundo a pesar de los esfuerzos realizados por el presidente Morales en este rubro. Asimismo, el 59,3 por ciento de su población vive por debajo del umbral de la pobreza, según datos del Banco Mundial. Debido a estos dos problemas, alta seguridad y pobreza, Guatemala es uno de los tres países centroamericanos —junto con Honduras y El Salvador— que más personas abandonan para emigrar de manera irregular hacia Estados Unidos.