Samsung Note 10 frente al Galaxy S10: ¿cuál merece más la pena?

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Ejercen de competencia directa, aunque pertenecen a la misma empresa. Son como Caín y Abel en el mundo de la tecnología de consumo, aunque aquí es probable que eviten canibalizarse: ¿Note 10 o S10? Con la llegada del nuevo Note 10, Samsung ha continuado añadiendo ligeras mejoras en esta familia de teléfonos que, como las antiguas PDA, cuentan con un poderoso elemento diferencial, el S Pen. Un lápiz óptico que amplía sus funciones.

Esta es, a primera vista, la principal diferencia respecto al Galaxy S10, que también cuenta con dos versiones, una versión «normal» de 6.1 pulgadas y una «hormonada» que alcanza las 6.4 pulgadas. Esta última es grande, aunque no en exceso. Dada su composición de la superficie táctil y los bordes redondeados el terminal es muy compacto. Algo que, pese a sus monstruosas dimensiones, le sucede también a su «hermano» el Note 10 Plus, que se alarga hasta las 6.8 pulgadas (6.3 pulgadas en la versión más pequeña).

El tamaño importa. En este caso, al menos, es un factor importante, aunque comparados los modelos «plus» lo cierto es que están bastante cerca el uno del otro. Con cualquiera el usuario puede tener una superficie para trabajar, navegar o entretenerse más que suficiente, aunque para aquellos consumidores que deseen algo más pequeño tendrán que renunciar a algunos aspectos como la doble cámara frontal que monta el S10 Plus.

Potencia a raudales
Dos lentes de 10 y 8 megapíxeles que funcionan a las mil maravillas, proporcionando algunos efectos interesantes. Es una configuración que no está presente en el Note 10 Plus, aunque es fácilmente prescindible puesto que, entre otras cosas, este «phablet» permite capturar imágenes con efecto retrato -esto es, con el fondo desenfocado- también a la hora de hacer «selfies».

El diablo se encuentra siempre en los detalles. A nivel técnico sí existen diferencias que, al menos para un público exigente, puede ejercer de factor decisorio si está pensando en adquirir alguno de estos modelos de la marca surcoreana. El S10 Plus funciona a partir de un «cerebro» muy potente, el Exynos 9820 que ofrece un gran rendimiento. Y más cuando le acompañan configuraciones de 8, 10 y 12 GB de memoria RAM. En la gama «Galaxy» el usuario, es cierto, tiene más opciones que elegir, que van asociadas a la memoria RAM y el almacenamiento interno, que arranca desde los 128 GB.

Una capacidad más que suficiente aunque, puestos a elegir, el Note 10 Plus empieza con nada más y nada menos que 512 GB de capacidad. Le empujan hasta 12 GB de memoria RAM y el procesador escogido está más actualizado, el Exynos 9825. Es algo lógico dada la horquilla de tiempo que ha transcurrido entre ambos lanzamientos, pero si el usuario va a lanzarse a por un terminal «mileurista» también deberá tener este aspecto en cuenta.

Pantallas de gran calidad
La pantalla escogida es prácticamente idéntica. Ofrecen una buena calidad de imagen, con colores muy intensos (en el caso del Note quizás con tonalidades algo más frías) y negros muy profundos. Ambos están dentro del saco de paneles de tipo OLED que Samsung ha querido hacer bandera en los últimos años. Son, sin lugar a dudas, de pata negra. Pueden llegar hasta las 3.340 x 1.440 píxeles (498 puntos por pulgada en el caso del Note 10; una densidad de 438 ppp en el caso del S10 Plus). Una calidad extrema que permite disfrutar mucho si se reproducen contenidos multimedia. No obstante, de fábrica vienen configurados con una resolución FullHD+, que tampoco está nada mal y que está muy equilibrada.

Colores muy brillantes
La estirpe del Note ha estrenado en este modelo más avanzado una estética rompedora. Una versión viene con una cara trasera multicolor que ofrece unos efectos reactivos llenos de matices, aunque también tiene su cara negativa: se ensucia mucho. El S10 Plus es un «galáctico», pero no es tan «cool» porque ofrece varios colores pero más clásicos como el negro, plata o blanco. Como lo más probable es que se vaya a poner una carcasa o funda protectora esto puede resultar insignificante.

Lo que no es, ni por asomo, comparable es la presencia del lápiz óptico del Note 10. Como es de suponer, el usuario medio no va a utilizarlo habitualmente o, al menos, no le va a sacar demasiado provecho. No así el público profesional, puesto que con este objeto se pueden hacer virguerías. Se puede dibujar, bosquejar, crear presentaciones, trabajar en proyectos de diseño y arquitectura. Pero también, como si se tratase de una varita mágica, gestionar algunas aplicaciones como la cámara o las presentaciones. Realmente, si únicamente se va a utilizar para crear de vez en cuando tus «stickers» para WhatsApp la verdad sea dicha: esto no es para ti.

La cámara están muy cerca la una de la otra, aunque se ha introducido en el Note un cuarto sensor, ToF F1.4, destinado a la profundidad y que permite, entre otras cosas, prestar su ayuda a la hora de hacer un escáner tridimensional, que puede resultar útil para ciertos proyectos. Y se monta un gran angular de mayor tamaño, que permite recoger algo más de información.

Sin puerto para auriculares
También hay que tener en cuenta otro factor: el Note 10 Plus no cuenta con clavija para auriculares de 3.5 milímetros. No es necesariamente un problema. Nadie se va a morir por esta ausencia. Sí, de acuerdo. Pero para muchas personas esto es importante. El Galaxy S10 Plus, por el contrario, sí dispone de este «agujero» en el marco inferior del móvil. Ahí todavía no se había decidido Samsung en sumarse a esta moda que ha defendido hasta la saciedad Apple en sus últimos iPhones.

Hay otro matiz que diferencia el Note 10 respecto al S10. O varios, más bien. Uno de ellos es el lector de huellas dactilares. En los dos modelos está implantado debajo de la propia pantalla, pero la ubicación del Note 10 -más centrada- resulta más ergonómica y natural si cabe respecto a su «hermano». Da la sensación, también, que en el nuevo modelo la tecnología introducida le confiere más precisión y velocidad en su manejo.

También el sistema de carga rápida -presente en ambos terminales- es más rápida en el caso del Note. Además, le entra más energía (4.300 mAh frente a 4.100 mAh) y, entre pitos y flautas, su autonomía se extiende algunas horas más. Y eso es de agradecer. El botón exclusivo para Bixby, el asistente digital de Samsung, ha desaparecido en el Note 10 Plus, aunque se ha ubicado la botonera física (apagado y volumen) en el marco izquierdo y eso implica adaptarse unos días. El precio también hay que mirarlo bien, puesto que el S10 Plus parte desde los 1.009 euros, mientras que el Note 10 Plus arranca con cien euros más.