El ministro iraní de Comunicaciones, Mohamad Yavad Azarí Yahromí, aseguró a los medios oficiales que «el satélite Nahid 1 esta aquí (en el citado centro) y todavía no ha sido lanzado». Yahromí publicó asimismo una fotografía en su cuenta oficial de Twitter con el satélite acompañada del texto «Yo y ‘Nahid 1’ ahora mismo. Buenos días, Donald Trump».
Trump aseguró el viernes que EE.UU. no estaba implicado en el «catastrófico incidente», después de que una serie de imágenes difundidas por medios estadounidenses mostraran cómo el Gobierno iraní supuestamente no logró lanzar con éxito uno de sus satélites. La publicación suscitó dudas sobre si el presidente podría haber incurrido en un posible delito de relevación de secretos. En respuesta, Yahromí afirmó «no tener idea» de las aseveraciones de Washington y negó que la imagen tuviera cualquier tipo de relación con el satélite.
Preguntado por la explosión que, según EE.UU., se produjo tras el supuesto lanzamiento fallido, el titular de Comunicaciones indicó que es competencia del Ministerio de Defensa de Irán informar sobre ese asunto. Yahromí explicó que el «Nahid 1» es «un satélite de telecomunicaciones» que será puesto en una órbita a 250 kilómetros de la tierra pronto, en principio durante el mes de septiembre, y que puede estar en el espacio durante dos meses y medio. El satélite tiene instalada, además, una cámara de vigilancia que puede captar imágenes y transferirlas, aunque el ministro apuntó que esa no es su principal función.
El titular de Comunicaciones agregó que el satélite ha superado todas las pruebas y está preparado para ser lanzado, solo falta la autorización del Ministerio de Defensa. En este sentido, detalló que para ser puesto en órbita debe ser entregado tres semanas antes al Ministerio de Defensa, por lo que las informaciones de EE.UU. no están relacionadas con el «Nahid 1».
Las imágenes de la compañía estadounidense Planet Labs mostraron que el satélite estalló presuntamente cuando estaba todavía en su plataforma de lanzamiento, en el Centro Espacial Imam Jomeini, en la provincia de Semnán (norte de Irán). EE.UU. cree que, detrás de estos intentos espaciales, la república islámica oculta un proyecto para desarrollar misiles balísticos con capacidad para llevar ojivas nucleares y viajar a grandes distancias, potencialmente con capacidad para golpear países de Europa y Oriente Medio. Frente a esas acusaciones, Teherán ha insistido en que sus actividades son civiles y no militares
, al contrario de lo que asegura Washington.
Irán
puso en órbita su primer satélite en 2009
y, en 2017, lanzó un cohete espacial portador del satélite Simorq. El pasado enero, las autoridades iraníes anunciaron que no habían logrado realizar con éxito el lanzamiento del satélite «Payam», que no alcanzó la velocidad suficiente para ponerse en órbita.