El «impeachment» a Trump se desinfla y divide a la oposición

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La división entre los legisladores demócratas del Congreso sobre cómo combatir a Donald Trump, en general, y sobre si impulsar un «impeachment» o recusación del presidente, en particular, existe desde que consiguieron la mayoría en la Cámara de Representantes el pasado otoño. La comparecencia de Robert Mueller, el investigador especial de la trama rusa, este miércoles en dos comisiones de la cámara baja del Congreso, que tiene la potestad de impulsar el «impeachment», solo ha ahondado esa brecha y ha dejado a la oposición descolorada.

Las siete horas de interrogatorios a Mueller fueron un chasco para quienes esperaban declaraciones explosivas o aclaraciones reveladoras sobre su informe, presentado en mayo y que

exoneraba a Trump de complot con Rusia para interferir en las elecciones, pero no tomaba una decisión exculpatoria sobre obstrucción a la justicia.

Los episodios de obstrucción que relata su informe siguen estando ahí y Mueller ha insistido en que si hubiera razones para haber exonerado a Trump, lo hubiera hecho. Pero un Mueller envejecido, a ratos confuso, falto de lucidez en algunas preguntas, no contribuyó a dar fuerza al impulso del «impeachment» en la opinión pública.

Intereses conflictivos
¿Cuál es el siguiente paso para los demócratas? Depende de un equilibrio complicado de intereses. Los legisladores que defienden el impulso del «impeachment» aseguran que las conclusiones del informe Mueller lo convierten en una obligación constitucional. Según el recuento de varios medios estadounidenses, cerca del 40 por ciento de los demócratas de la cámara baja lo apoyan. Muchos de ellos son de distritos de fuerte implantación demócrata, donde su escaño no corre riesgos. La opinión es distinta de legisladores que vienen de distritos moderados, donde el ‘impeachment’ podría ser visto con malos ojos y les podría hacer perder su escaño.

Todos saben que, con la información actual y el control que tiene Trump del partido republicano, la recusación sería un intento fútil: morirá sin duda en el Senado, donde los republicanos tienen mayoría. Y con el agravante de que la aventura podría hacerles perder la mayoría en la Cámara en las elecciones de 2020.

Esa es la razón por la que Nancy Pelosi, presidenta de la cámara baja, se ha opuesto. Opta por que, de momento, las investigaciones continúen dentro de las comisiones legislativas y en los tribunales, donde todavía se podrían conseguir resultados: por ejemplo, la comparecencia del que fuera asesor legal de la Casa Blanca, Don McGahn, en el centro de uno de los episodios de obstrucción investigados por Mueller. Otros opinan que es momento de pasar página y que la única manera de combatir a Trump es construir un mensaje que lleve a los votantes a las urnas en noviembre del año que viene.