Un multimillonario chino, supuesto disidente del régimen de Pekín, acusado de espionaje por EE.UU.

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El magnate chino Guo Wengui, exiliado de su país natal, ha sido acusado este martes por un tribunal de Estados Unidos de cometer delitos de espionaje para el Gobierno chino, del que decía ser crítico y disidente, según indican varios documentos judiciales de una corte de Nueva York.

El multimillonario se trasladó hace cuatro años a Estados Unidos después de que uno de sus socios fuera detenido por corrupción. Las autoridades chinas han acusado a Guo de numerosos delitos, incluidos soborno y abuso sexual. Sin embargo, ha mantenido su inocencia y ha insistido en que los cargos presentados en su contra están políticamente motivados.

Guo Wengui es un empresario multimillonario chino que se convirtió en activista político y controla «Beijing Zenith Holdings» –una empresa de promoción inmobiliaria–, además de otros activos. En la cima de su carrera, era el 73º hombre más rico de China. Después de pelearse con miembros de la dirección del Partido Comunista, Guo fue acusado de corrupción y otros delitos y se vio obligado a huir de China. Llegó a EE.UU. a finales de 2014 después de ser informado de que las autoridades chinas planeaban su arrestación.

A pesar de que Guo se presentaba como un disidente, periódicos estadounidenses, incluido el «New York Times», no han sido capaces de verificar sus declaraciones. También, Interpol ha emitido una notificación roja –empleadas para localizar y detener a personas buscadas con miras a su enjuiciamiento o para cumplir condena– en su contra.

Guo se encuentra actualmente buscando asilo político en Estados Unidos, donde ha evitado en repetidas ocasiones ser deportado por la Administración del presidente, Donald Trump. La decisión del magnate neoyorquino fue tomada después de que éste se enterase que Guo era socio de su residencia en Mar-a-Lago. Sin embargo, los documentos presentados ante el tribunal sugieren que Guo no es el disidente que decía ser. «En vez de eso era y es un cazador de disidentes, un propagandista, un agente al servicio de China y del Partido Comunista Chino», informan los documentos.

Guo, por su parte, ha negado las acusaciones y ha asegurado que les «falta credibilidad». «Esta demanda es sobre un contrato entre Eastern Profit –una compañía con sede en Hong Kong– y Strategic Vision –y una firma de investigación con sede en estado de Virginia en EE.UU.–», ha aseverado su abogado, Daniel Podhaskie.