El magistrado federal Thomas S. Hixson, del distrito Norte de California, consideró que el exmandatario (2001-2006) podría abandonar Estados Unidos en caso de salir en libertad, y recalcó el hecho de que cuando fue detenido el pasado martes se halló en su casa un maletín con 40.000 dólares en efectivo.
Además, el juez tuvo en consideración los argumentos de la Fiscalía estadounidense, que se opuso a la libertad bajo fianza al esgrimir que Toledo carece de vínculos personales con EE.UU. y que un posible destino para fugarse sería Israel, ya que su esposa, Éliane Karp, tiene nacionalidad de ese país.
Karp, sobre la que también se está procesando una orden de extradición aunque por el momento no ha sido arrestada, estuvo presente en la audiencia de este viernes como parte del público, pero llegó tarde a la sala y estuvo a punto de tener que quedarse fuera al encontrarse esta llena.
El expresidente compareció con traje completamente rojo de presidiario pero sin esposar, no realizó declaraciones en ningún momento -toda su defensa corrió a cargo del abogado Joseph Russoniello- y mantuvo una actitud cabizbaja y sombría durante los aproximadamente cuarenta minutos que duró la sesión.
«Sería un fracaso diplomático significativo para los Estados Unidos que Toledo se escapase», aseguró Hixson al anunciar su decisión de mantenerle en prisión.
El juez también fijó la próxima vista para el 26 de julio (dentro de una semana), en la que previsiblemente el político peruano contará con un nuevo abogado defensor, ya que el que le representó en la audiencia de este martes, Joseph Russoniello, no seguirá con el caso.
Pese a que en la vista de este viernes lo único que se decidía era si Toledo salía en libertad bajo fianza o no, Russoniello, que no quiso hacer declaraciones a los medios, fue un paso más allá y argumentó que debería rechazarse su extradición a Perú porque allí sería discriminado por su condición de indígena.
En la audiencia celebrada en los juzgados de San Francisco (California, EE.UU.), el abogado alegó motivos tanto políticos como raciales para indicar que, a su parecer, Toledo no tendría un juicio justo en Perú.
Con respecto al maletín con 40.000 dólares en metálico hallados por las autoridades en el hogar del expresidente, Russoniello justificó que ese dinero es de su esposa y que lo usan para vivir y pasar el día a día, negando que se estuviese preparando para abandonar el país.
Acusaciones de soborno
Toledo está acusado de haber recibido hasta 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú cuando él aún era presidente, y ha pasado los últimos dos años prófugo de la Justicia peruana en EE.UU., donde reside en la localidad de Menlo Park (California, cerca de San Francisco).
El expresidente siempre ha defendido que las acusaciones en su contra son una mentira, fruto de la «persecución política» que sufre por parte de sus «enemigos», aun cuando cada vez se corroboran más pruebas que apuntan a que recibió grandes cantidades de dinero de Odebrecht y utilizó mecanismos de blanqueo de dinero para ocultar su origen.
Al margen de este proceso, el pasado marzo Toledo fue arrestado cerca de su domicilio por un caso de embriaguez pública y no pasó más que una noche en el calabozo de una comisaría, un caso que el exmandatario calificó de «complot» y que negó hasta que las autoridades confirmaron el hecho.