La forma en que los Comunes han puesto dificultades a las intenciones de Johnson, favorito para entrar en Downing Street, supone todo un ejercicio de ingeniería parlamentaria. El diputado laborista Hilary Benn y el conservador Alistair Burt han presentado una enmienda al proyecto de ley sobre Irlanda del Norte, una iniciativa de carácter más bien técnico y que debería haber pasado inadvertida, pero que ellos han aprovechado para impedir que Johnson, si se confirman los augurios que lo sitúan como nuevo «premier», pueda suspender el Parlamento a su antojo.
En concreto, la enmienda señala que si la Cámara está «prorrogada» cuando el gobierno publique informes sobre la situación en Irlanda del Norte, los diputados deben ser convocados para debatirlos, lo que en la práctica significa que no se podrá suspender entre el 9 de octubre y el 18 de diciembre, según recoge la BBC.
Dimite la ministra de Cultura
La enmienda ha sido aprobada con 315 votos a favor y 274 en contra, lo que supone un margen de 41. Entre quienes han dado su apoyo a la medida se encuentran 17 conservadores rebeldes. Una de ellos es la ministra de Cultura, Medios y Deporte, Margot James, que ha dimitido del cargo, mientras que el titular de Economía, Philip Hammond, se ha abstenido.
Las encuestas colocan a Boris Johnson como claro favorito en la carrera por el liderazgo conservador, que se disputa con el actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt. En la actualidad, el proceso de elección se encuentra en la fase de voto por correo de los afiliados al partido. Se prevé que el ganador, que se convertirá también en el nuevo primer ministro, se conozca el próximo martes 23 de julio.
Ambos candidatos están dispuestos a que el Reino Unido deje sin acuerdo la UE, pero Johnson es quien se ha mostrado partidario de recurrir a la suspensión del Parlamento para forzar el Brexit el 31 de octubre aunque no esté pactado con Bruselas.