Y eso que la marca, sin embargo, ha continuado incrementado ligeramente los precios de sus productos. Tal vez forma parte de la estrategia de algunas marcas: entrar con fuerza en el mercado, posicionarse e incrementar el margen de beneficio. Pero tirando con solidez hacia un modelo más básico, la firma china apuesta por un dispositivo que cumple con muchas de las peticiones de los consumidores. Al menos, técnicamente.
El nuevo terminal continúa como la infantería de Android One, el programa para facilitar que el sistema operativo se ejecute de manera más óptima en equipos con menor potencia.
Estéticamente presenta grandes novedades respecto a su predecesor. Es una profunda revisión del Mi A2. Y se nota, de entrada, en su pantalla, en la que se han reducido los marcos y se ha añadido un “notch” o pestaña superior en forma de gota de agua. Una solución siempre controvertida pero que bajo este diseño es más minimalista. El panel, de 6 pulgadas, es de tipo Amoled y consigue una resolución de 1.560 x 720 píxeles.
Otro de los aspectos más destacados del nuevo dispositivo es su triple cámara trasera compuesta por sensores de 48 megapíxeles -el principal- con una apertura focal muy luminosa de F1.79, que viene acompañado de un gran angular de 8 megapíxeles y un pequeño teleobjetivo de 2 megapíxeles, que se encargará de gestionar la profundidad de campo a la hora de disparar en modo retrato.
Además, dispone de algoritmos de inteligencia artificial que promete realizar algunos parámetros de las escenas. En la parte frontal, el “smartphone” emplea en la cámara selfie un sensor de 32 megapíxeles con IA, que une cuatro píxeles para formar otros más grandes de 1,6 micras, lo que puede capturar más detalles en condiciones de poca luz. La solución escogida para gestionar la seguridad viene encomendada a un sensor de huellas dactilares que, por primera vez en la gama, se implementa directamente bajo la propia pantalla, siguiendo así la estela de otros miembros del catálogo de la marca.
El móvil cuenta, además, con otras funciones interesantes como una bautizada como “palm shutter” por la cual los usuarios pueden activar un temporizador con solo un simple gesto, evitando así que la cámara se mueva al presionar el botón del obturador. Con un precio inferior a 250 euros, el Xiaomi Mi A3 cuenta con una batería de 4.030 mAh.
Peso de 173,8 gramos y un grosor de 8,475 milímetros, su tamaño compacto es perfecto para quienes buscan realizar múltiples tareas con una sola mano.
El nuevo smartphone es uno de los primeros que incorpora tecnología Qualcomm Snapdragon 665, lo que puede conferir un rendimiento más suave, mayor velocidad y capacidades de IA mejoradas a quienes hacen uso de características como AI Beautify o Google Lens. Le acompaña configuraciones de 4 GB de memoria RAM.