Las medidas del Departamento del Tesoro de EE.UU. fueron impuestas en abril pasado contra 34 buques que operaban con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y las corporaciones norteamericanas que tenían relaciones comerciales con esa empresa pero no han sido acatadas.
Tanto las sanciones de EEUU como la orden de Guaidó de parar el petróleo venezolano a Cuba han sido burladas por el régimen de Nicolás Maduro y el cubano tanto en la transportación como en la financiación de la operación comercial, convirtiendo el Caribe en un mar de peligrosa piratería.
Semanalmente salen de los puertos nacionales buques piratas con bandera venezolana o extranjera hacia Cuba que «no tienen certificación internacional de ninguna clase ni les importa las sanciones», afirma a ABC el venezolano capitán de altura José Ballaven, director de la Asociación Civil Gente de Mar.
Los cambios de bandera o de nombre de los buques petroleros venezolanos son «irrelevantes ante las sanciones» señala el capitán Ballaven. También comenta que han cambiado la tripulación de los barcos porque pasan «hambre» por otra gente de dudosa calificación, lo que pone en peligro y riesgos la navegación en el mar caribe.
Dijo que los buques de PDVSA que se encuentran «fuera de clase», es decir, no cumplen con la regulación internacional ni pueden anclar en ningún puerto. «Lamentablemente, Venezuela y Cuba violan la ley, no pueden navegar a ninguna parte», dice que las embarcaciones no están aseguradas y «si ocurre un derrame o accidente afectaría a los cruceros turísticos y las islas del Caribe».
En estos momentos operan unos 13 buques de PDVSA, que «son operados y administrados por empresas extranjeras. Hay 4 barcos más que se encuentran varados en Portugal porque PDVSA no ha pagado la factura de reparación», añade Ballaven.
El experto petrolero José Toro Hardy, confirma a ABC que PDVSA envía a Cuba unos 60.000 barriles diarios, bastante menos de los 100.000 que enviaba antes de las sanciones de EE.UU.
También refiere que en la transportación a Cuba se está utilizando tanqueros petroleros «pocos serios» a los que le cambian los nombres y la tripulación para eludir las sanciones, lo que hace difícil su rastreo satelital.
Maduro está enviando gratis el petróleo venezolano a Cuba para pagar su seguridad personal y la de los médicos cubanos. La cifra oscila entre unos 15.000 y 20.000 cubanos en Venezuela. «Enviaremos petróleo a Cuba contra viento y marea», dijo en mayo.
Las transaccciones financieras de PDVSA también eluden las sanciones. Sus centros operativos y bancarios se han mudado a Moscú, donde impera la oscuridad y falta de información oficial.
Pero lo que más indigna al opositor Juan Guaidó es que Maduro envía el petróleo a Cuba mientras los venezolanos no tienen gasolina, que deben hacer colas de 4 y 5 días y muchos han muerto en el intento de abastecerse, especialmente en los estados de Táchira y Mérida.