La muerte del hombre habría ocurrido hace once años, según indica la fecha de las revistas encontradas en el lugar y las fechas de caducidad de la comida que se había quedado en el frigorífico. El hombre no tenía familia cercana y nadie había notado su desaparición: el correo se había amontonado en su buzón, su alquiler tal y como sus diversas facturas seguían siendo domiciliados en el banco. La policía de Nantes ha abierto una investigación para determinar con más precisión las causas de la muerte del octogenario.
No es la primera vez que se tardan años en descubrir el cuerpo de una persona que murió viviendo sola, puesto que en 2014 se encontró a un hombre que se había ahorcado ocho años antes en su apartamento, sin que nadie se diera cuenta, cerca de París.