Así son los microchips subcutáneos con los que ya no necesitarás tarjetas ni llaves

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Si desde hace años las mascotas llevan chips bajo la piel con el objetivo de evitar que se puedan perder, parece que el siguiente paso es que esta tecnología pase a ser empleada en humanos. Y es que, en Suecia, más de 3.000 personas se han instalado pequeños dispositivos en la mano en los que aparece recogida información como su grupo sanguíneo, su historial médico o datos de contacto.

«Cada vez más personas en Suecia se implantan chips RFID en la mano y los usan para desbloquear puertas, llevar pases de tren e incluso hacer pagos», explicó el pasado mes de noviembre sobre esta tecnología el doctor en microbiología Ben Libberton en declaraciones recogidas por la BBC.

El objetivo de esta tecnología es facilitar la vida a su portador. De este modo, el microchipo puede ser empleado, además, para realizar pagos, validar el billete para el transporte público o acceder a la oficina o el gimnasio. La iniciativa postula que la información que se incorpora digitalmente a este artefacto, provee de otros beneficios a quienes lo utilizan.

«El mayor beneficio es la conveniencia», sostenía el cofundador y director de la compañía Epicenter, la empresa detrás de estos chips, Patrick Mesterton hace unos años. Mesterson hacía hincapié en las ventajas que podía suponer para el día a día el uso de esta tecnología, ya que permite reemplazar un montón de cosas; desde las llaves de casa hasta las tarjetas de crédito.

Los microchips se implantan entre el pulgar y el índice mediante una jeringa. A la hora de emplear esta tecnología para, por ejemplo, realizar un pago, los usuarios únicamente tienen pasar el dorso de la mano por encima de un lector. En ocasiones, además deben escribir un código de autentificación.